jueves, 1 de diciembre de 2011

Conclusión

La música, en general, nos hace bien para mejorar nuestro rendimiento en el trabajo, cuando estudiamos y cuando hacemos una actividad con música de fondo, como pilates o yoga.  Nos ayuda a relajarnos,  y además disminuye los niveles de depresión y ansiedad. Además, ayuda también a  personas con discapacidades o enfermedades irreversibles como el Alzheimer, porque retrasa el avance de la enfermedad. A  personas con autismo, por ejemplo, las ayuda a incluirse y a relacionarse con las personas.

Pero también, hay que reconocer, que a pesar de todas ventajas de la música, hay una enfermedad que imposibilita a las personas a escuchar cierto tipo de melodías y sonidos porque sufren de tics nerviosos, movimientos repetitivos y hasta ataques epiléptico. Esta enfermedad se llama musicolepsia, y solo hay 150 casos conocidos en el mundo, pero esa cifra puede aumentar. No sólo la música provoca esos ataques, sino que también puede ser causados por traumas, recuerdos trágicos, etc.

Por eso, hay que pensar que la música hace bien a la salud si tomamos en cuenta a las personas que no sufren de musicolepsia. Por lo tanto, la hipótesis es falsa, ya que la música es nociva para este tipo de personas. La hipótesis correcta sería:


“La música no sólo le hace bien al espíritu, también le hace bien a la salud de la mayoría de las personas, las que no sufren de musicolepsia.”



Encuesta a médicos

 Fui a los consultorios de  City  Bell que están ubicados en la calle Cantilo N° 456, e hice una encuesta a 6 médicos profesionales. Entre ellos había un otorrino, un pediatra, dos fonoaudiólogos y dos pscicólogos.



1. ¿Te gusta la música?

Sí, mucho                       4
Bastante                        2
No mucho
No, no me gusta

2. ¿Creés que la música influye en la salud de una persona?

Sí, influye positivamente en las personas        3
No  1
Sí, influye negativamente en las personas
Sí, influye positivamente o negativamente según la persona  2


3.   ¿Escuchaste hablar de la musicolepsia?

Sí            3
No          3
No me acuerdo      


4.  ¿Conoces a algún caso de alguien que padezca de musicolepsia?


Sí      1
No    5


5     ¿Para vos la musicoterapia es útil?

Sí         4
No         0
No se     1
No mucho    1


Como conclusión, algunos médicos no estaban informados de la musicolepsia o no entendían bien por qué sucedía. De seis doctores, sólo uno había escuchado hablar de un caso de musicolepsia, lo que significa que es una patología poco común. De seis doctores, cuatro creen que la musicoterapia sirve para disminuir síntomas de ciertas enfermedades y dolores.

martes, 29 de noviembre de 2011

La música: reductor de ansiedad y hostilidad en el cerebro

Especialistas en Neurología han analizado las relaciones existentes entre el cerebro y la música, la música como tratamiento de enfermedades y las enfermedades a las que da origen la música durante la 27° Reunión Anual de la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN), organizada en Cádiz. 
Entre los beneficios han destacado reducción de los niveles de ansiedad y hostilidad, su inducción al sueño, una mejora en la conducta de los niños y su importante contribución en la prevención de estados de agitación.

Fuente: http://www.mentat.com.ar/hostilidad.htm

lunes, 28 de noviembre de 2011

Musicolepsia: La vida sin música

 Es conocida también como epilepsia musicogénica, la musicolepsia es un mal que impide a quien lo padece escuchar cierto tipo de música ya que inmediatamente sufren tics nerviosos, incontinencia urinaria y espasmos epilépticos.

El primer caso de musicolepsia se registró en 1884 y a partir de entonces, los casos, aunque no se han incrementado, han aparecido con cierta regularidad en el mundo. 
De acuerdo a estudios que se han llevado a cabo, la musicolepsia puede ser primaria o secundaria. 

La musicolepsia primaria es aquella que se presenta cuando existe una relación directa entre la música y el mal de las personas, la secundaria se refiere al hecho de que la persona ya es susceptible a los ataques y la música detona estos padecimientos.

La fuente del trastorno se halla en el lóbulo temporal derecho, el encargado de procesar la música pero también existe correlación con el sistema límbico pues como se conoce las notas musicales generan emociones diversas. Así, los investigadores han concluido que no es la música en sí misma sino la forma en que cada persona procesa los efectos de las notas musicales. De esta forma existen dos mecanismos detonantes: 

1. Cuando escuchamos música ésta genera ciertas emociones que son las responsables de disparar los síntomas, por lo cual, cualquier tema musical sin importar su género o calidad podría actuar como detonante.
 2. Respondemos con una activación inadecuada a algunas características especificas de la música como por ejemplo, que sea cantada. Algunos estudios de caso muestran que las personas que sufren de musicolepsia son más susceptibles a aquellas voces “impuras”, mientras que al escuchar sopranos los síntomas no se manifestan, probablemente porque existe un mayor control vocal y una mejor proyección de la voz que no altera la recepción.

No obstante, debido a la gran variedad de casos existentes aún no se ha llegado a una explicación general aunque ya se ha realizado la primera operación cerebral exitosa para eliminar la epilepsia musicogénica.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Los efectos curativos de la música

Beatriz, una paciente de 55 años, sufría de cáncer avanzado. Padecía de un dolor severo en su hombro izquierdo superior. Vivía sola en su apartamiento en Nueva York y recibía cuidado en su casa. Se anotó en la terapia musical por razones de un estado depresivo y aislamiento social. Cuando llegó la terapista dijo que ella usualmente no escuchaba música, pero que escucharía cualquier cosa que le ayudara con el dolor. Era una artista que no había podido pintar más no por el cáncer en sí sino más bien por dolor que el pintar le ocasionaba. En la evaluación que hizo la terapista se concluyó que se sentía enormemente triste y fatigada. Su habilidad mecanica estaba limitada .

La terapia comenzó con música clásica que le produjo sensaciones de que estaba creando imágenes.En algunas de las sesiones trajo su guitarra y tocó para la paciente. Eventualmente, pudo comenzar a pintar cuadros. Llegaba, incluso, a olvidar el dolor durante los periodos de música. Al irse la terapista dejaba los cassettes y otros materiales para que ella pudiera seguir escuchando después. La músicoterarapia se convirtió en una vía de expresión para ella. Comentó que le ayudaba mucho tener música especial cuando sufría dolores intensos, y podía manejar mejor el dolor. 



Gracias a casos similares y estudios realizados, sabemos que la música tiene una serie de efectos fisiológicos. La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales. Los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales. También se sabe que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro.

Si uno cierra los ojos por un minuto y escucha el mundo exterior, se escucha bocinas, martillos, gotas de lluvia, niños riendo, etc. La terapia musical sostiene que lo que uno escucha puede afectar la salud positiva o negativamente. El sonido puede ser un gran sanador. 


Los terapistas musicales utilizan el sonido para ayudar con una amplia variedad de problemas médicos, que van desde la enfermedad de Alzheimer hasta el dolor de muelas. Los doctores en medicina conocen acerca del poder del sonido. Los investigadores han producido evidencia de la habilidad de la música para disminuir el dolor, mejorar la memoria y reducir el estrés.





Fuente: http://www.saludparati.com/musica1.htm

sábado, 26 de noviembre de 2011

¿Qué beneficios tiene la musica para los bebés?

¿Es bueno que lo bebés en su formación escuchen melodías? ¿Qué beneficios le aporta?



¿Puede la música hacer mal?

Parece increíble que pueda suceder algo así, pero en base a un hecho real se puede demostrar lo misteriosa que es la mente humana y a pesar de los avances de la medicina, esta patología no se puede comprender totalmente.

Hubo una mujer que no podía escuchar canciones italianas. Las había escuchado durante toda su infancia y eran parte de su memoria familiar, pero de pronto se convirtieron en una amenaza para su vida. Tenía treinta años cuando un día la encontraron tirada en el piso, exhausta tras un ataque epiléptico. Al recuperarse, lo último que recordaba era el sonido de su CD preferido, el que solía refrescarle los mejores momentos de su juventud.
Por ese motivo, se sometió a varios análisis. Los médicos le confirmaron la relación: cada vez que escuchara esa música –y solamente esa clase de música– volvería a temblar hasta perder el conocimiento.


¿Cómo fue que esas canciones se convirtieron en algo nocivo para su salud? 

En el mundo de la neurología se conoce a ese trastorno como «epilepsia musicogénica». Otros especialistas prefieren llamarlo simplemente «musicolepsia». Podría decirse que es el mal que te incapacita para escuchar ciertas melodías. Bastan unos acordes del género musical «nocivo» –diferente en cada caso– para que los afectados experimenten desde tics nerviosos hasta los más violentos espasmos.

Según los registros de la comunidad científica sólo hay ciento cincuenta personas afectadas por este mal que salieron a la luz. Hay una noticia buena y otra mala: la buena es que en los últimos casos, una delicada cirugía al cerebro permitió que los pacientes volvieran a la normalidad y  la mala es que sólo se han realizado cuatro operaciones de este tipo.